En esta historia el tesoro no es un cofre lleno de monedas de oro, sino el mapa. Y es importante ese detalle porque la capital alavesa, al contrario de otras ciudades cercanas, carece de un catálogo de representaciones gráficas suficientes que nos puedan explicar la evolución de su urbanismo antes del siglo XIX. Mientras otras poblaciones del entorno registran sus primeros croquis desde el siglo XVII y XVIII, Vitoria llega muy tarde y no por mano local, sino por la invasión francesa que, nunca mejor dicho, nos puso en el mapa.
https://www.elcorreo.com/tiempo-de-historias/primer-plano-urbano-20190401170247-nt.html
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