“Lo descubrí por casualidad. Fue un desasosiego hasta que decidí qué hacer”, recuerda Beltrán, catedrático de Arqueología de la Universidad de Sevilla. En el transcurso de un estudio sobre la escultura romana en la provincia de Cádiz, el experto localizó en internet un escaneado en 3D de la pieza expuesta en Munich, el pasado mes de agosto. Al instante, se percató de que se correspondía con las imágenes que él tenía de la cabeza desaparecida en Bornos en 2010 y avisó tanto al Ayuntamiento de la localidad como a la Guardia Civil, encargada de la investigación del robo.
https://elpais.com/cultura/2019/05/25/actualidad/1558794303_407946.html
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