Si alguien hubiera dicho hace 20 años que el dinero no valdría nada en el país del petróleo, todo el mundo se habría doblado de la risa. La ironía es que, en la patria de Bolívar, la moneda que lleva su nombre ha quedado reducida a convertirse en material de deshecho.
Pues así ha sido. La revolución que se hace llamar “bolivariana” y que nada en dinero procedente del ingreso por concepto de energía, ha conseguido lo que nadie: que la hiperinflación no se deba a que la vida sea cara, sino a que el bolívar no vale nada.
https://es.aleteia.org/2019/07/24/el-destino-del-dinero-en-venezuela-algo-que-cuesta-imaginar/
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