Así pues, como reminiscencia hacia nuestros predecesores, nos gusta guardar cosas. No se trata en exclusiva por su valor económico –que suele ser bastante limitado-, sino más bien por su carga sentimental, que nos recuerda con cariño a nuestros seres queridos, a épocas pasadas o incluso nos transporta a periodos de tiempo lejano que vivimos en primera persona y nos producen afecto y añoranza.
https://www.lanzadigital.com/provincia/valdepenas/pasion-por-lo-antiguo-en-valdepenas/
UN SALUDO