Cuando marchaban hacia el combate, se detuvieron en un santuario Sintoísta. Después de orar en dicho santuario, Nobunaga salió y dijo: Ahora voy a echar una moneda al aire. Si sale cara, venceremos, si sale cruz, seremos derrotados. El destino nos revelará su rostro. Lanzó la moneda y salió cara. Los soldados se llenaron de tal ansia de luchar que no encontraron ninguna dificultad para vencer.
https://www.milenio.com/opinion/jorge-reynoso/cosmovision/el-destino-enuna-moneda
UN SALUDO