El Imperio romano realmente floreció cuando invadió y anexó Egipto como una de sus provincias, apropiándose no solo del trigo —esencial para alimentar a sus setenta millones de habitantes—, sino también de las rutas comerciales que lo conectaban con el Mar Rojo, el Golfo Pérsico y el Océano Índico. Según el historiador griego Estrabón, pocos años después de la ocupación de Egipto, ciento veinte barcos romanos ya navegaban hacia la India cada año desde el puerto de Myos Hormos en el Mar Rojo.
https://www.periodismo.com/2019/12/09/odorama-de-federico-kukso/
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