"Hemos encontrado más de un centenar de proyectiles de honda, numerosas puntas de flecha, la lengüeta de hierro de una jabalina pesada romana (pilum), proyectiles de artillería para lanzar con la balista, un arma para los asedios, clavos de botas militares e incluso monedas, entre las que destaca un quinario de plata acuñado entre 80-40 a.C.", explica el arqueólogo Javier Moralejo, director de las prospecciones en Montemayor. "Todos estos elementos testimonian la dureza de los combates y las vías de ataque a la ciudad que estamos localizando al norte y al sur", añade.