Los análisis osteoarqueólogicos demuestran que la pequeña murió “víctima de un impacto en la cabeza”. Sus restos, abandonados en mitad de una calle junto a su collar de 28 cuentas de vidrio, hablan de una destrucción “precipitada y sistemática” de la ciudad fortificada (oppidum), pero también relatan lo mismo los miles de objetos que los expertos han encontrado en los últimos 25 años en excelente estado (cerámicas, herramientas de hierro, tesorillos monetarios, armamento, vajilla de bronce…) y, sobre todo, las impresionantes estructuras constructivas que, a causa de su rapidísima destrucción, quedaron “congeladas” en el tiempo, según el último estudio Libisosa, un “tesoro” para la investigación de Iberia e Hispania, firmado por el profesor de Historia Antigua de la Universidad de Murcia Héctor Uroz Rodríguez.
https://tn.com.ar/internacional/libisosa-la-historia-de-la-ciudad-que-quedo-congelada-en-el-tiempo/2020/09/10/F6L4ZFC265HBHDQDEPCQ7UH4DM_story/
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