Fueron Rodrigo y su hijo Diego quienes fundaron Burgos en el 884. Al morir el segundo, Amaya pasó a manos de Nuño Fernández, quien medio siglo después trasladó la sede episcopal a los llanos, provocando así el inicio del progresivo declive de la ciudad. Paradójicamente, las diversas aldeas que fueron brotando a su alrededor terminaron por restarle habitantes y actividad económica, pues el avance de la Reconquista ya dejaba la frontera con el Islam lo suficientemente lejos y además el creciente poder de la nueva nobleza tendió a convertir el lugar en el centro del señor local.
https://www.labrujulaverde.com/2020/10/amaya-la-capital-del-ducado-de-cantabria-germen-de-la-reconquista
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