Hola.
Hace poco he estado disfrutando
de unos días
de vacaciones en la provincia
de Santander.
Son buena gente estos pasiegos.
Y qué ricos los sobaos!! :D
El Estatuto
de Autonomía
de Cantabria no es un hecho espontáneo que surgiera tras el franquismo como sucedió con alguna que otra comunidad autónoma. Esta gente muchos años antes ya tenían claro que aspiraban a su independencia.
Estas son mis monedas
Y si teneis ganas
de leer aquí pongo unos párrafos que he copiado
de esta página:
http://elcuevanodelpasiego.wordpress.com/2011/07/11/del-
consejo/
Hoy vamos con algo
de historia. Se acercan dos aniversarios
de hechos históricos que resultaron importantes en el desarrollo
de lo que fue, es
y será Cantabria. Dicen que quien no conoce su historia está condenado a repetirla, lo que en algunos casos no dejaría
de ser una tragedia…
De uno
de estos acontecimientos,
de penoso recuerdo, se cumplen 75 años el próximo domingo, 17
de Julio. Se trata del aniversario del intento
de Golpe
de Estado
de parte del ejército español que desembocó en la cruenta Guerra Civil (1936-1937 en nuestra región, a la que sumar la larga
y no menos cruel posguerra
y dictadura).
El otro acontecimiento ocurrió un 28
de Julio
de 1778, cuando en la Casa
de Juntas
de Bárcena la Puente (Puente San Miguel) se constituyó la provincia
de Cantabria con diferentes territorios
de Trasmiera, Liébana
y las viejas Asturias
de Santillana. Éste fue el embrión
de nuestra actual autonomía cántabra, al que a lo largo
de la historia se le quitarían
y añadirían diferentes territorios colindantes que dieron lugar a nuestros límites actuales.
Como homenaje a la importancia en nuestra historia
de este mes
de Julio, aquí van unas pocas líneas sobre otra institución
de autogobierno que tuvo Cantabria, en esta ocasión en los turbulentos meses
de 1937 precedentes a la ocupación
de la región por las tropas franquistas que culminó con la toma
de Tresviso el 17
de Septiembre
de ese año, 22 días después
de la caída
de Santander. Esta institución fue el
Consejo Interprovincial
de Santander,
Palencia y Burgos.
En los meses, semanas
y días previos al estallido
de la guerra se habían empezado a dar los primeros pasos para la obtención
de la autonomía para la entonces provincia
de Santander y para los territorios limítrofes (principalmente las localidades del Norte
de Castilla con vínculos históricos con Cantabria) que se quisieran sumar a ella.
Después
de la discusión
y el debate sobre los pros
y los contras del establecimiento
de dicha autonomía (sobre todo en las páginas del diario El Cantábrico), el Partido Republicano Federal
de Santander presenta primero a los medios
de comunicación, luego (5
de Junio
de 1936) al Ayuntamiento
de Santander y finalmente (8
de Junio) a la Diputación su Proyecto
de Estatuto
de Autonomía Cántabro-Castellano. Quizá sea necesario aclarar aquí que el nombre no se refiere a una autonomía
de Castilla
y Cantabria, sino a una autonomía cántabra a la que se podrían agregar territorios del Norte
de Castilla.
Sin embargo,
y al contrario que otras regiones como Cataluña, Galicia o el País Vasco, el conflicto armado que se generó a partir del 17
de Julio
de 1936 impidió que Cantabria accediera a la autonomía durante la época republicana, lo que impidió a su vez que en el periodo 1977-1982 accediéramos a la autonomía por la primera vía, como esas tres regiones, con el reconocimiento
de nacionalidad histórica.
Pero volvamos a 1936. Con la guerra ya en marcha, el fracaso
de la sublevación en Cantabria hace que se consolide el llamado Frente Norte, formado por los tres cuartos orientales
de Asturias (menos Oviedo), Cantabria (con zonas del noreste
de León
y del Norte
de Palencia y Burgos), Vizcaya (con algunas zonas
de Burgos)
y Guipúzcoa, estas dos últimas provincias controladas por el Gobierno
de Euzkadi. En Cantabria se forma un Comité
de Guerra el 27
de Julio. La Junta
de Defensa
de Santander se encarga en esos primeros meses del gobierno
de la región.
El Gobierno
de la República decide el 23
de Diciembre
de 1936 la creación
de tres Consejos Interprovinciales que sustituyan a las Juntas
de Defensa: estos consejos son el
de Aragón, el
de Asturias
y León
y el
de Santander,
Palencia y Burgos (ver ABC
de Madrid, 26
de Diciembre
de 1936).
En Cantabria la Junta
de Defensa es finalmente sustituida por el
Consejo Interprovincial
de Santander,
Palencia y Burgos el 8
de Febrero
de 1937, dejando
de existir con la entrada
de las tropas rebeldes en la capital en Agosto
de 1937.
El
Consejo de Santander estuvo formado por 17 miembros
de las tres tendencias políticas principales
de Cantabria: socialistas, republicanos, anarquistas
y comunistas, tanto
de partidos políticos como
de organizaciones sindicales. Los socialistas contaban con mayoría en el
Consejo al tener nueve representantes (dos la UGT, dos la Federación Obrera Montañesa-FOM, uno las Juventudes Socialistas Unificadas-JSU, uno el Partido Federal
y los tres restantes posiblemente
de la Federación Socialista Montañesa-FSM). Los republicanos contaban con tres representantes (dos
de Izquierda Republicana-IR
y uno
de Unión Republicana-UR), lo mismo que los anarquistas (dos
de la CNT
y uno
de la Federación Anarquista Ibérica-FAI). Los comunistas por su parte contaban con dos representantes del PCE. Las relaciones entre las diferentes tendencias no siempre fueron fluidas,
y mientras al principio se llegó a barajar la unificación
de socialistas
y comunistas, al final las peleas entre estos eran tan fuertes como entre los comunistas
y anarquistas o los socialistas
y anarquistas.
El
Consejo de Santander lo formaban un Presidente, dos Vicepresidentes, un Secretario
y trece Consejeros. Las Consejerías eran las
de Agricultura; Asistencia Social; Crédito Popular; Cultura; Exterior; Ganadería; Hacienda; Interior; Obras Públicas; Propaganda; Sanidad e Higiene; Trabajo;
y Transportes.
Algunos
de las personas que formaron parte del
Consejo fueron el Presidente Juan Ruiz Olazarán (FOM-UGT), el Vicepresidente Alfonso Orallo (FOM-UGT), el Consejero
de Obras Públicas Antonio Vayas Gutiérrez (FOM), el Consejero
de Hacienda Domingo Samperio, el Consejero
de Sanidad e Higiene Timoteo Chapero Fernández (CNT), el Consejero
de Crédito Popular Vicente del Solar (CNT), el Consejero
de Propaganda Teodoro Quijano (FAI) o el Consejero
de Agricultura Ángel Escobio (quizá comunista).
Las funciones
de las diferentes consejerías abarcaban desde la asistencia a los refugiados que llegaban a Cantabria desde León,
Palencia,
Burgos o Vizcaya, la evacuación
de niños a Francia
y la Unión Soviética a través
de la Consejería
de Asistencia Social, la salida
de nacionales
y extranjeros hacia Francia a través
de la Consejería
de Exteriores, etc.
La casi imposibilidad
de comunicaciones con el Gobierno
de Madrid-Valencia
y la falta
de fluidez en las relaciones con Asturias
y el País Vasco, absorta la primera en la lucha en Oviedo
y alejada ideológicamente la otra
de la República (algo que se hizo plenamente visible con la deserción
de los batallones vascos dependientes del PNV en el llamado Pacto
de Santoña en Agosto
de 1937,
y que aceleró la ocupación franquista
de Cantabria) hizo que el
Consejo Interprovincial
de Santander,
Palencia y Burgos fuera en la práctica una institución
de autogobierno
de Cantabria, con mínima sincronización con las dos zonas republicanas vecinas.
La ocupación del territorio cántabro por los rebeldes selló la suerte del
Consejo, que se mantuvo en funcionamiento hasta los últimos días antes
de la toma
de Santander (la última anotación, cuya frase queda incompleta, en el libro
de actas del
Consejo a finales
de Agosto
de 1937, es una petición
de armas
y alimentos destinada al Gobierno
de la República). El destino
de sus miembros sería el exilio, la cárcel o la muerte ante los pelotones
de ejecución
de los ocupantes. Cantabria no volvería a contar con un gobierno autónomo hasta 1982.