Antonovich cuenta que se hizo coleccionista cuando en 1945 encontró un tesoro de monedas en la calle, cerca de El Alamein. «En los años cuarenta, no hacía falta excavar en Egipto. Recuerdo que regando el jardín, con un palo, descubrí que había más cabezas e inscripciones que piedras», contó en una entrevista a este periódico. «Tienes que vender de vez en cuando las piezas que quieres menos para comprar las que quieres más, porque se necesita dinero», dijo entonces.
http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/mecenas-museo-biblico-leon-subasta-christie-s-parte-coleccion_925697.html
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