Otro de los lugares que los turistas no pueden dejar de visitar en el viejo Montreal es la plaza de armas, en donde se ubica la basílica de Notre-Dame (Nuestra Señora), una construcción neogótica diseñada por franceses, que alberga una gran colección de arte sacro del siglo XVII al XX.
Mientras que enfrente de la basílica se ubica la antigua sede del Banco de Montreal, un edificio construido en 1847 del periodo victoriano, y que en su interior alberga un pequeño museo en donde se puede contemplar una extensa colección de monedas y billetes.
En tanto que el centro de la plaza de armas alberga una estatua de uno de los fundadores de Montreal, Paul Chomedey de Maisonneuve, un militar y explorador francés que se asentó y trabajó en las primeras construcciones de la ciudad, en 1641.
http://ntrzacatecas.com/2015/07/18/montreal-en-el-fondo-de-un-tarro-de-cerveza/
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