Los coleccionistas no saben
Los coleccionistas que adquieren estos tesoros en casas de subastas o en galerías saben poco de estas prácticas. Allí, los bienes ofrecidos cuentan con un certificado de origen, aunque no siempre es de fiar. A comienzos de este año, una galería de Oberhausen ofreció una estatua de marfil de cinco centímetros de los tiempos de los faraones egipcios (664 al 332 a.C.) que, según su certificado de origen, fue desenterrada en 1900 en Egipto, luego fue comprada por un neoyorquino y desde los años 60 estaba en la colección privada de un alemán. En realidad la figura había sido robada de una excavación en 2013 en Egipto.
http://www.dw.com/es/el-lucrativo-negocio-de-la-cultura-ilegal/a-18805151
UN SALUDO