Todos los expertos coincidieron ayer en que algunas características hacen únicas estas piezas. Dos de ellas, las dos masculinas, representan a dos emperadores (Augusto y Claudio, este último reelaborado de un retrato de Calígula) togados y sedentes como divinidades tras ser nombrados divi por parte del Senado de Roma. Resulta excepcional su aparición en este yacimiento porque el tipo representado no se ha localizado en ninguna otra parte del Imperio Romano, por lo que son únicas en su género (solamente un relieve del Arco de Constantino y algunas monedas copian dicho tipo). Además, los estudios realizados de policromía permiten obtener una imagen de las piezas con todo el color original que llevaban.
http://www.eldiadecordoba.es/article/ocio/2376959/baena/exhibe/las/esculturas/sedentes/torreparedones.html
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