Sucedió el 30 de julio de 1945. Aquella noche, dos hombres avanzaron cautelosamente entre las hileras de tumbas. El sujeto más bajo de estatura portaba un par de azadas. Cuando estuvieron frente a la sepultura de un legionario enterrado hacía ya muchos años, cavaron detrás de la lápida hasta horadar en la tierra húmeda una fosa de casi metro y medio de profundidad donde escondieron un misterioso paquete, como si fuese el mayor tesoro del mundo. Y para ellos, sin duda, lo era: contenía más de cien mil dólares en monedas y fajos de billetes. Uno de los robos bancarios más osados en la historia reciente de los Estados Unidos al que debió enfrentarse John Edgar Hoover en persona (1895-1972), director del FBI.
http://www.larazon.es/cultura/el-tesoro-de-ultratumba-LN13692009#.Ttt1C1cwUe2uZjY
UN SALUDO