Pertenece al periodo iconoclasta, que si bien destruyó prácticamente todo el arte anterior, la estética se desarrolló como no lo había hecho antes.
Se substituye la imagen del Pantocrátor que estaba prohibida con penas de muerte y aparece la cruz de Constantino, llamada potentada. Posteriormente con Teófilo se substituye por la cruz mal llamada patriarcal.
Fue Constantino V quien coloco la cruz en el anverso y para evitar problemas con los aficionados a las limas, pone orlas al rededor como los sasánidas, que finalmente adoptó la numismática Omeya.